...la Biblia de Jerusalén
II Corintios 10, 4-6
4 ¡No!, las armas de nuestro combate no son carnales, antes bien, para
la causa de Dios, son capaces de arrasar fortalezas. Deshacemos sofismas
5 y toda altanería que se subleva contra el conocimiento de Dios y
reducimos a cautiverio todo entendimiento para obediencia de Cristo.
6 Y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia cuando vuestra
obediencia sea perfecta.